Para su fortuna, #el Mallorca depende de sí mismo para poder salvarse#. Tan solo tiene que ganar en El Sadar y los objetivos del cuadro balear estarán cumplidos. No obstante, sabe que Osasuna no se lo pondrá fácil y, por si acaso, estarán pendientes de lo que ocurra en Mendizorroza con el Cádiz y de lo que ocurra en Los Cármenes con el Granada. Estos tres partidos son los que deciden el descenso y el Mallorca tiene bastantes puntos a favor.

Entre ellos se encuentran dos principales factores. Uno de ellos es que tiene ganado el golaverage particular con el Cádiz, lo que sin duda es una ventaja de cara a esta última jornada. El otro aspecto, también fundamental, es que en caso de triple empate entre Granada, Mallorca y Cádiz, el Mallorca no sale perjudicado y descendería el Cádiz. De esta forma, la clasificación le acompaña. Y todo ello gracias al gol en el descuento de Abdón Prats contra el Rayo Vallecano, que supuso la victoria del cuadro balear.

Para encarar este encuentro contra Osasuna se miran todos los elementos, entre ellos también el árbitro. #Será César Soto Grado quien dirija el partido en El Sadar# y, por suerte para el Mallorca, no es un colegiado que le traiga buenos recuerdos a Osasuna. El equipo de Arrasate tan solo ha logrado una victoria en LaLiga Santander con Soto Grado como árbitro, siendo el resto de resultados cuatro empates y una derrota.

Números negativos para Osasuna que, en el caso del Mallorca, se equilibran#. Con el colegiado riojano, el Mallorca ha disputado cuatro partidos en LaLiga Santander, con dos victorias y dos derrotas. Esta temporada, arbitró en la importante victoria del Mallorca contra el Alavés, que ha sido rival directo por la permanencia. Por ello, el colegiado no le perjudica mucho al Mallorca.

La plantilla dirigida por Javier Aguirre necesitará todo el apoyo posible para poder firmar la salvación. Osasuna no quiere que le arrebaten el noveno puesto y, de hecho, buscará despedir la temporada con un triunfo delante de su afición. El equipo de Arrasate no ha ganado en los últimos cinco partidos, pero Aguirre sabe que son peligrosos y que no deben fiarse.