La temporada competitiva del Barcelona puede acabar el domingo. Con trece puntos de distancia sobre el Atlético de Madrid, el equipo de Xavi tiene una bola de partido para poner el nombre del club en el trofeo liguero. Para ello, tendrá que ganar en el RCDE Stadium ante el rival de su ciudad, el Espanyol. En plena lucha por el descenso, el equipo de Luis García se lo está jugando todo y no le pondrá las cosas fáciles a los de Xavi.
De hecho, el Espanyol ya demostró en la ida que es capaz de plantarle cara al Barça incluso en su campo. El 1-1 de la pasada Nochevieja fue un símbolo de que el Espanyol es capaz de competir. Aunque dentro de una mala racha de resultados, todo se ve más complicado. Sobre todo sabiendo que el rival se está jugando ser campeón de liga y no quiere alargar más la espera.
Dos victorias con la portería a cero es lo último que ha conseguido el equipo de Xavi después de perder contra el Rayo Vallecano. No hay ningún tipo de temor a perder la liga, pero saben que ganarla en un derbi es especial. El Barcelona quiere ponerse a pensar ya en la siguiente temporada y para ello tendrá que sentenciar el título de liga.
Los pronósticos señalan que el conjunto culé es claro favorito para llevarse el encuentro y, por tanto, para proclamarse campeón de liga a falta de cuatro jornadas. La temporada del Barcelona ha sido muy eficaz y regular y están cerca de terminarla. Pese a los tropiezos europeos, van a poder despedir a una leyenda del club como Busquets ganando un trofeo que llevan cuatro años sin ganar. El derbi de Barcelona de este fin de semana puede ser muy especial, pero el Espanyol está dispuesto a aguar la fiesta.
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