Una de las cosas a las que se tenía que enfrentar el Sevilla en esta Europa League era a la poca confianza que se tenía en sus posibilidades. Ni en cuartos de final figuraba entre los favoritos a ganar el trofeo. De hecho, estaba de los últimos con esperanzas. Ahora está a tan solo un partido de poder alcanzar la final y el equipo más laureado de la competición tiene ganas de demostrar que siempre ha estado ahí.
La situación del Sevilla no ha sido la más ideal a lo largo de la temporada. Llegando a pelear por salir del descenso, no ha sido fácil remontar. La llegada de José Luis Mendilibar ha sido clave en este sentido. Capaz de devolverle al Sevilla la sensación de la victoria y, sobre todo, quitarle el sabor amargo de la pelea por los puestos de abajo.
Pero el rendimiento que demostró en el partido de ida contra la Juventus fue muy importante. La sensación de superioridad y de favoritismo del equipo italiano se redujo a cenizas. Y ahora, después de mucho sufrimiento y de pasar eliminatorias por la mínima, tan solo hay dos partidos que separan al Sevilla de su séptimo título de Europa League.
Con el apoyo de su gente, el Sevilla ahora sí que es favorito para pasar la eliminatoria y llegar a la final. La Juventus no lo va a poner nada fácil, pero ya en la ida el Sevilla mostró que estaba preparado. La victoria contra el Real Valladolid también ayudó a los hombres de Mendilibar a llegar con confianza, por lo que todo suma. Ahora les queda lo más difícil: demostrar que esa etiqueta de favorito está bien justificada y que se merecen el pase.
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