A falta de cuatro jornadas para que LaLiga Santander llegue a su fin, el Cádiz sigue dependiendo de sí mismo para salvarse. Pero eso no significa que las cosas no puedan cambiar de un momento a otro. Sobre todo después del partido de este fin de semana. El equipo de Sergio está tan solo un punto por encima del descenso y se enfrenta al Real Valladolid, que tiene los mismos puntos que el conjunto gaditano. Esta situación no tiene otro nombre: es una final.
También lo es para el Valladolid, que ha perdido sus últimos cuatro partidos y ahora está muy pegado a la zona de abajo. El Getafe, con 34 puntos, es el club que mete presión a estos dos equipos. Del Nuevo Mirandilla solo puede salir uno con los tres puntos y el equipo derrotado puede complicarse mucho la vida.
El empate tampoco les beneficia mucho a los dos. Es cierto que es mejor sumar un punto que ninguno, pero con una distancia tan corta con el descenso y enfrentándose a un rival directo, los tres puntos son el objetivo. En este sentido, el Cádiz es bastante optimista. En el minuto 92 consiguió la victoria en el partido de ida jugando como visitante en Valladolid y demostrando que puede ganar.
Cualquier resultado que no fuera una derrota sería ciertamente positivo para el Cádiz. El golaverage particular puede ser determinante a final de temporada y si queda por encima del Valladolid, tendrá un buen arma guardada. Aun así, con el apoyo de su público, lo que espera la ciudad de Cádiz es ver ganar a su equipo para así poder respirar un poco. La permanencia está más cerca de lo que creen, pero a estas alturas de competición no se puede fallar.
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