El duelo más importante del Grupo B de la Eurocopa se disputaba entre Croacia e Italia, correspondiente a la tercera jornada. Los croatas, después de sus tropiezos contra España y contra Albania, necesitaban una victoria para clasificarse. Italia, por su parte, tan solo quería un empate para poder estar matemáticamente en la ronda de octavos de final. La igualdad se hizo evidente desde el primer minuto puesto que se vieron ocasiones de gol por ambas partes. Ambas selecciones se lo estaban jugando todo. No solo Croacia: si Italia perdía y Albania ganaba, los italianos estaban fuera de la Eurocopa.
La igualdad era tan grande que en toda la primera mitad no se movió el marcador. Sin embargo, en la segunda parte se empezó a palpar la tensión en el lado croata. En el minuto 54, el colegiado señaló un penalti a favor de Croacia. Modric se encargó de lanzarlo, pero Donnarumma detuvo el lanzamiento. La jugada siguió y, un minuto después, acabó marcando el propio Modric.
A partir de ese momento, la tensión se hizo evidente en el terreno de juego. Italia dio un paso adelante para intentar remontar, pero el gol no llegaba. Y cuando parecía que se iba a acabar el partido, a menos de un minuto de cumplirse el tiempo añadido, Zaccagni marcó un gran gol que sentenció el pase a octavos de los italianos.
Ese gol también supuso prácticamente la eliminación de Croacia. Deben esperar a que se cumplan ciertos resultados algo improbables para saber si siguen teniendo opciones, pero parece complicado. A los croatas les faltó un último esfuerzo y ahora tienen que esperar. Italia, por su lado, se ha clasificado como segunda y sigue peleando para defender el título del que todavía son vigentes campeones.