Portugal había logrado pasar a los octavos de final como primera de grupo, aunque no de la manera que esperaba. Su última derrota ante Georgia hizo que las dudas rondaran sobre los hombres de Roberto Martínez, algo que podía tener consecuencias en las rondas eliminatorias. Su primer obstáculo, en los octavos de final de la Eurocopa, iba a ser Eslovenia. Pese a que los portugueses eran claros favoritos y contaban con una calidad superior hombre por hombre, los eslovenos estaban dispuestos a plantar cara. Y así lo demostraron desde el principio.
Eslovenia mantuvo una defensa férrea que estuvo deteniendo los constantes ataques de Portugal. El hombre de referencia en Portugal era Cristiano Ronaldo y prácticamente todos los centros buscaban su cabeza. Portugal lo intentaba de todas las formas posibles, con ataques veloces de Rafael Leao y Bernardo Silva por las bandas. Aunque nada surtía efecto.
Eslovenia también tuvo sus oportunidades y tampoco las aprovechó. Los minutos pasaron y el marcador no se movió, por lo que el partido llegó a la prórroga. Y fue entonces cuando llegó una acción que pudo cambiarlo todo.
El colegiado señaló penalti sobre Diogo Jota y Cristiano Ronaldo se encargó de lanzarlo. Sin embargo, Oblak detuvo el lanzamiento. Eslovenia tuvo un mano a mano a falta de cinco minutos que pudo haber causado la sorpresa final, pero Diogo Costa detuvo esa acción.
El partido llegó a la tanda de penaltis y fue entonces cuando apareció de nuevo la estrella: Diogo Costa. El portero portugués detuvo los tres lanzamientos de Eslovenia. Cristiano Ronaldo, Bruno Fernandes y Bernardo Silva sí metieron sus goles, por lo que Portugal se clasificó para los cuartos de final. Se verán las caras con Francia y no son favoritos para ganar, por lo que tendrán que dar más de sí mismos para seguir.