5 de agosto de 2021 – 19:20

Dolido por la derrota del año pasado en la liga francesa, el París Saint-Germain, con refuerzos con el del español Sergio Ramos y pendientes de la continuidad o no de Kylian Mbappé, inicia este fin de semana una nueva temporada con la intención de recuperar su trono en un año que el fútbol galo afronta pleno de incertidumbres por la pandemia y la falta de claridad de los contratos televisivos.

Esas crisis, que han dejado a varios clubes al borde de la bancarrota, han sido mejor capeadas por el PSG, que cuenta con el respaldo financiero de Catar, muy superior al de los otros grandes accionistas.

En ese contexto, el club de la capital es el que más se ha reforzado, lo que ha aumentado su cuota de favoritismo para recuperar el cetro que el año pasado le arrebató el Lille, el único que dejó escapar en los diez años de presencia catarí junto a la de 2017.

Fue una mácula que, de puertas para adentro, duele menos que no lograr el gran objetivo, la Liga de Campeones, pero con un elevado valor simbólico, puesto que se da por descontado su dominio en las competiciones domésticas.

Asentado en su fortaleza financiera, el club se ha reforzado más que ningún otro, con cuatro incorporaciones de peso, las del lateral marroquí Achraf Hakimi, el central español Sergio Ramos, el centrocampista holandés Georginio Wijnaldum y del portero italiano Gianluigi Donnarumma.

Para el primer partido, el próximo sábado contra el Troyes, muchos de ellos todavía no estarán listos para debutar, como el caso de Ramos, que parece resentirse de problemas físicos.

Todo ello en un club muy pendiente de una de sus dos grandes estrellas, el francés Kylian Mbappé, que a diferencia de la otra, el brasileño Neymar, no ha prolongado su contrato, que finaliza al término de la presente temporada.

Un frente que no evita que el PSG afronte la temporada como gran favorito, todo un examen para el técnico argentino Mauricio Pochettino, que si el año pasado pidió tiempo para ser juzgado, en esta temporada no tendrá excusas.

Marsella, Lyon y Mónaco apuntan a rivales del PSG

Enfrente, tendrá a un compatriota que ha logrado elevar las ambiciones del Olympique de Marsella. Jorge Sampaoli ha visto su efectivo reforzado con la intención de rivalizar con el PSG.

Los brasileños Gerson Santos da Silva y Luan Peres, el argentino Leonardo Balerdi, el meta español Pau López, el estadounidense Konrad de la Fuente, el turco Cengiz Under o los franceses William Saliba y Mattéo Guendouzi, son algunos de los jugadores adquiridos.

Más prudente se ha mostrado el Mónaco, tercero de la pasada temporada, que sigue confiando en el técnico Niko Kovac.

El Lille, que ha vendido más que comprado, defenderá su título con un nuevo técnico, Jocelyn Gourvennec, que toma el relevo de Christophe Galtier, el hombre que logró destronar al PSG, fichado por el Niza, propiedad de Ineos.

Tampoco ha estado muy activo en el mercado de fichajes el Lyon, que confía en su técnico, el holandés Peter Bosz, para sacar petróleo de la cantera.

El resto de los clubes apenas han invertido y afrontan la temporada plenos de dudas por la difícil situación financiera que atraviesan.

La pandemia ha dejado sus arcas muy dañadas y a ello se suma que los contratos televisivos han dado más disgustos que alegrías, lejos del optimismo que parecían tener hace dos años, cuando firmaron un contrato superior a los 1.000 millones de euros.

Pero, desde entonces, se han ido sucediendo las dificultades y las promesas se han roto hasta el punto de que el fútbol francés se encuentra en una situación delicada.

Está previsto que esta temporada el público regrese a las gradas y eso alivie la situación financiera de algunos clubes, aunque como alertó el dirigente de la entidad de control económico de los clubes, Jean-Marc Mickeler, "sin un aporte masivo de los accionistas existentes, es poco probable que la mayoría de los clubes pueda subsistir".

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